técnica mixta sobre lienzo
Tamaño: 20 x 48 pulgadas
titulado y fechado en el reverso
Días de verano 2 de JM Rizzi
10% new collectors
JM Rizzi es un artista nacido en Brooklyn y residente en Dallas que trabaja en murales a gran escala, instalaciones escultóricas públicas y lienzos de técnica mixta. Expresionista gestual desde que comenzó a pintar grafitis en su adolescencia en la ciudad de Nueva York en la década de 1990, su práctica conceptual, en constante crecimiento, explora las múltiples perspectivas de la abstracción a través de formas de arte ilegales y el movimiento. Ha pintado murales desde el Rockefeller Center hasta Boras (Suecia) y Shenzen (China). Su obra de estudio se ha expuesto en la Galería Woodward de Manhattan y la Galería WallWorks del Bronx. Recientemente, Rizzi presentó colecciones de edición limitada con Infinite Objects y 1xRun (Detroit).
DECLARACIÓN DEL ARTISTA:
La práctica de Rizzi salta, se desliza y se desliza sobre las superficies, dejando tras sí pinturas pulidas. El recorrido de su obra comenzó el milenio pasado con una estela circular de pintura en aerosol que cobró vida propia y nunca miró atrás. Las pinturas de Rizzi son intercambios entre la vista y el sonido, que encapsulan inspiraciones como el jazz, Motherwell, Wu-Tang Clan y los atardeceres texanos. Estos descarados arreglos plantean preguntas que solo responden momentos después: una animada conversación entre el espacio positivo y el negativo facilitada por el ritmo.
Para empezar, Rizzi selecciona las partes más dinámicas de las marcas gestuales, producidas a partir de la experimentación puramente improvisada. Reorganiza las piezas, concentrándose en ciertas áreas y realizando alteraciones impulsivas en otras. Audaz, juguetón e increíblemente colorido, cada tono equivale a una nota musical: los tonos brillantes son los estallidos de las trompetas, los tonos apagados forman las líneas de bajo.
Las sinfonías de Rizzi sintetizan todo lo que el artista observa y siente, muy alejadas de la masculinidad austera que lo crio en Staten Island. Sus manos transmiten ideas, historias, subculturas y emociones con pasividad. Independientemente de la escala, la obra de Rizzi posee una innegable capacidad para la creación de lugares. Al mismo tiempo, sus pinturas recorren el sinuoso camino de su propio guion continuo en busca de un lenguaje visual cambiante capaz de transmitir la historia única de Rizzi, un relato interior que trasciende las palabras.